• Autores: BRUNO CATALA, LUDOVIC MAUBLANC
  • Editorial: LUDONAUTE
  • N° Jugadores: 1-4
  • Adaptación al Solitario: 5/5
  • Complejidad: Baja
  • Partidas Jugadas: 4
  • Duración de Partida: 30 min
  • Preparación:
  • Idioma: Inglés, Francés
  • Dependencia/Complejidad: Baja/Baja
  • Precio aprox: 25€

VISTAZO GENERAL

“Near…far…wherever you are

I believe that the heart does go on”

Quién no conoce la tragedia del Titanic, popularizada por la película de 1997. Pero aquí nos vamos a dejar de sensiblerías y de lo que se tratará es de salvar a la mayor cantidad posible de pasajeros.

Quizás hayáis jugado de pequeños, antes de dar con los juegos modernos, a un solitario que se juega con una baraja normal de cartas. Se trata de ir descubriendo cartas que están dispuestas en columnas, y conseguir recopilar los 4 palos por orden numérico. Muy sencillo, hasta simple. Pues este juego es lo mismito añadiendo algún cambio.

Disposición Inicial

Como digo el funcionamiento es de lo más básico. Como veis la mayoría de las cartas están boca abajo, y sólo está visible la primera. Para quitar esa primera carta la tenemos que poner seguida, por orden numérico descendente, a otra carta que también esté boca arriba.

Cada carta representa a un Pasajero. Pero no todos son iguales, los hay de Primera y Segunda Clase, no pudiendo mezclarse ambos:

El Pasajero 12 de segunda clase puede colocarse tras el 13, descubriendo así la siguiente carta. El 11 de Primera Clase no puede continuar la serie porque no se junta con esa chusma…

Las cartas con un 1 son las Barcas, que se colocan aparte, recibiendo a los pasajeros en orden esta vez ascendente:

Sí…la niña diabólica del CDMD está aquí. No descarto que estuviese detrás del ‘accidente’…

A ésto, que es el solitairo de cartas de toda la vida, el autor le ha añadido:

Cartas de Acción y Personajes

Cada Personaje tiene una habilidad y roba un n° de cartas concreto, lo que da un poco de asimetría.

Las Cartas de Acción son la principal inclusión, permitiendo intervenir en los mazos y en las columnas de cartas.

Podemos, en cada turno, o bien usar una de las cartas de Acción, o bien robar el n° de cartas de Pasajero que nos permita nuestro personaje y colocar una en el barco. ¡Pero!, si no podemos colocar ninguna, el barco se hunde un poquito más. Ésto está muy bien reflejado en el libro que acompaña el juego, donde cada página es una ilustración del Titanic:

Al pasar de página veis que las zonas se van inundando (fijaos en A), además de cambiar la ilustración del libro

Si una zona se inunda por completo tranquilos, no se ahogan los pasajeros, sino que se mezclan con los de la zona contigua:

El Objetivo es salvar al mayor número de pasajeros antes de que el barco se hunda por completo, pasando a contabilizar los puntos para ver qué tal lo has hecho.


VALORACIÓN PERSONAL

De los juegos más sencillos que he adquirido. Es lo que es, el solitario de toda la vida con un poco más de margen de acción por las cartas y la habilidad del personaje, pero también con la limitación que impone el no poder juntar las dos clases sociales.

¿Qué hacen las cartas, hasta qué punto permiten interactuar con los mazos y con las columnas de cartas?. Con ellas vamos a poder cambiar el orden de las cartas, recuperar del descarte, mezclar cartas de una columna del barco para cambiar la que aparece descubierta, usar un pasajero comodín que nos permita desatascar una situación de bloqueo, etc…

Pero aunque estos cambios mejoran el juego de cartas tradicional (tampoco era difícil), sigue siendo un festival de azar. No tanto como aquel pero no os penséis que mucho menos. Si las cartas que están tapadas de inicio son de valor bajo, te van a bloquear la partida en algún momento y va a ser difícil salir de ahí. Y el movimiento que puedes hacer de cartas entre columnas es muy limitado, con pocas posibilidades de abrir camino de esa forma. Todo el peso recae en las cartas de Acción, en que las barcas te salgan lo antes posible y en el azar, sobre todo ésto último.

Por cierto, la iconografía de las cartas creo que podría haber sido más clara, sobre todo para diferenciar cartas boca arriba y boca abajo. Lo que debería ser algo para facilitar la jugabilidad se convierte en revisar las reglas para ver qué significaba. Pero es un detalle de tío sacapuntas.

No sé si mecánicamente se diferencia en algo esta edición de la de 2013. Diría que es sobre todo un lavado de cara, con el libro de ilustraciones como principal protagonista. Queda chulo pero hace que la caja sea bastante más grande de lo que el juego realmente necesita (algo por otro lado bastante habitual):

Regalo de boda de mi tío

Conclusión

En global no es un juego que destaque, muy simple y dependiente del azar. Pero viene bien si quieres estar de relax sin complicaciones. Sorprendentemente lo voy a mantener en la ludoteca, al menos de momento, por una razón…

Cuando era pequeño, no sé, pongamos 14 años, recuerdo que a mi padre le gustaba echarse solitarios con cartas. Siempre le gustaron los juegos de cartas, y era una forma de matar el tiempo. Yo me ‘aficioné’ un verano de vacaciones y eché bastantes partidas (siempre he sido un poco rarito), y le iba cometando a mi padre si ganaba o no, o me decía ‘mueve ésta carta aquí o allí’. Recuerdo que la proporción de victorias era de 1/10 XD.

Mi padre murió hace unos 16 años, y puede parecer una tontería pero este juego me recuerda esos momentos. De hecho diría que está más presente ahí que en el nicho en el que está enterrado. Así que esta vez no lo puntúo por lo que me da como juego.

(Valoración Global)

♥️

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