Presentación: Historia de A

Todavía recuerdo cuando no era ni tan siquiera un Meeple. Cuando, ajeno a la existencia de otros como yo, deambulaba inocente por calles que me resultaban familiares, para terminar siendo enviado a la cárcel sin posible defensa por mi parte. De la misma forma que entré conseguí salir, y corrí y corrí sin mirar atrás…

Lo que me encontré fue una auténtica batalla campal. Ejércitos enteros eran diezmados, y los países caían y pasaban de mano en mano de forma constante en batallas interminables. Resultaba casi cómico ver el ascenso y caída de tamaños imperios, mientras alguno, en contra del espíritu de combate, se atrincheraba y esperaba el momento. Terminé por aburrirme del espectáculo y me adentré en uno de esos escenarios…

Comandante, Mariscal o Minador fueron mis camaradas. Nos movíamos entre las líneas enemigas intentando sorprender al enemigo mientras evitábamos las minas. En el búnker de nuestra mente elaborábamos intrincadas estrategias. No siempre funcionaban, pero todavía tengo alguna bandera enemiga adornando mi salón.

Y cuando llegaba la noche volvía al refugio de mi cueva, tranquila, incomprensible para algunos pero imprescindible para mí, donde se desplegaban juegos, risas, y también llantos…

Fue pasando el tiempo y el futuro Meeple cambió cartón y plástico por bits de información, que acapararon gran parte de su crecimiento, sólo roto por incursiones espaciales contra el Imperio Galáctico en fraticidas enfrentamientos en 2 dimensiones.

Y después el pequeño Meeple durmió… durmió durante un largo tiempo…

Hasta que despertó ante el ruido de unas criaturas que más tarde conocería como Genestealers. Babeantes e implacables seres, sirvientes de la muerte, que dejaron tras de sí un reguero de sangre y cuerpos mutilados de numerosos Hermanos.

Ese fue el fin de la infancia del Meeple. Armado de espada y escudo y con la mochila llena de cubitos de madera empezó a adentrarse en tierras desconocidas.

Pasó un tiempo con unos Magos a sueldo de un Consejo, de quienes aprendió los entresijos de la Alquimia y la manipulación de los elementos.

“Nunca conquistarás las dos Ciudades”, Vlaada Chvátil”

Rumbo por mar a un lejano Continente acabé varado en una isla desierta, donde casi pierdo la cordura hasta que conseguí construir una barca con la que salir…

“Pido perdón por mi falta de ideas”, Ignacy Trzewiczek “Y yo por mi pelo verde”, Friedemann Friese

El Mar me trasladó a una tierra acosada por una raza alienígena. Sin pensarlo me calcé botas y chaleco y me uní a la Resistencia, hasta que logramos rechazar la invasión.

“Un paso en falso y será el último”, Proverbio Popular

Los alienígenas se marcharon, no sin antes privarme temporalmente del alma. Marcó mi futuro, pues me enseñó otro modo más pausado de interaccionar con el mundo.

“No eres tú quien mueve el cubo, es la necesidad”, Anónimo

Mucho tiempo ha pasado, muchas aventuras vividas. He defendido un par de ciudades de los zombies, combatido a los Primigenios y a los Sin Nombre. He sido Viticultor, Director de una Fábrica, creado y derribado Ciudades, ¡hasta Imperios!, y visitado el espacio en más de una ocasión. Todo ésto he hecho y mucho más. Y es sólo el comienzo. Bienvenidos a…

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