
- Autor: Masato Uesugi
- N° Jugadores: 1-7
- Adaptabilidad a Solitario: 5/5
- Complejidad: Media-Baja
- Partidas Jugadas: 7
- Duración de Partida: 30 min
- Idioma: Español (Mercurio)
- Precio aproximado: 45-50€ (con Expansión), aunque se puede encontrar de saldo por prácticamente la mitad
VISTAZO GENERAL
El tema es bastante secundario. De lo que se trata es de ir comprando Personajes, con los que combates y obtienes recursos (no de forma física sino impreso en la carta). Y usas esos recursos para construir Edificios. Con todo ello irás obteniendo Puntos de Liderazgo, y quien más obtenga en las 4 rondas gana.
Si buscas información sobre el juego base verás que es a partir de 2 jugadores. No es que el Solitario no sea oficial, es que necesitas la expansión MÁS ALLÁ DE LAS PUERTAS la cual, además de añadir más cartas, introduce al Rey Exánime, tu oponente (mola más en inglés, the Lich King). Él no construye ni despliega personajes, pero irá sumando puntos de otras formas.
MI REINO POR UN BUEN COMBO
Hay 2 cosas principales que caracterizan a este juego:
- Draft de Personajes
- Envejecimiento de los mismos
Respecto a lo primero vas seleccionando cartas cada ronda, hasta ahí todo normal. Pero lo curioso e interesante es que las cartas que no eliges no se descartan directamente sino que pasan primero por el Rey.


Con las 7 cartas que no elegiste se comprueba la parte de abajo de las Cartas de Necrópolis del Rey, de las que vas añadiendo una cada ronda. Obtendrá puntos según tengan las cartas el requisito que aparece:

Ésto es súper interesante porque tú sabes de antemano lo que le hará puntuar, así que puedes quitarle alguna de esas cartas eligiéndola en el draft. Pero claro, al elegir sólo una cada vez, te ves muchas veces en la posición de elegir entre coger una carta que necesitas o una que le vaya a dar puntos al Rey.
Y dado el método de selección, de las que no has elegido todavía existe la posibilidad de repescar alguna, dándole un puntito de emoción que le queda bien.
Una vez elegidas las cartas, desplegarás las que quieras y puedas pagar. Pero tienes un tamaño disponible muy reducido de Personajes en tu Reino, 4 ampliables a 5, y luego las Construcciones que consigas hacer (como mucho 4). Así que el tamaño que ocupa el juego es reducido.

Con tan pocas cartas en mesa has de intentar que comben entre ellas para aprovecharlas, o bajarlas en el momento adecuado en el que necesites lo que te van a dar.
¡A la Guerraaa!
Las unidades que coloques en primera fila serán las únicas que usen su fuerza de combate, y ganar en la guerra de cada ronda te dará unos puntos que no debes permitirte perder.


Aquí hay un factor sorpresa, ya que conoces una de las cartas que aportan la fuerza, pero la otra se descubre una vez que ya tienes tus unidades desplegadas. Así que pones a tus dos combatientes y luego la suerte dirá. ¿Te arriesgas a perder o pones unidades más fuertes para afianzar la victoria?.
Y como ya comenté, también puedes poner Construcciones que te darán diferentes beneficios (puntos, recursos,…), con un creciente coste. Resultan vitales para ganar, así que si no consigues generar suficiente dinero no tendrás muchas opciones de victoria. Cada una tiene dos niveles, siendo acumulativo el efecto que te dan.

El Ciclo de Vida y Muerte
Llegamos al otro punto característico del juego. Tu Reino es reducido, pero no estático. Al final de cada ronda los Personajes envejecen (les pones una ficha encima), y si ya lo habían hecho en alguna ronda anterior mueren. Es triste pero es así, snif…


Luego cada ronda implica un pequeño nuevo comienzo, intentando cuadrar lo que tienes y las nuevas cartas que salgan con lo que necesitas para combatir y generar recursos para construir. Este carácter tan efímero de las cartas hace que sea bastante complicado generar un motor. Más bien creas pequeños motores temporales, aunque las Construcciones (que éstas sí que se mantienen de ronda a ronda) te facilitarán la labor, y de hecho se convertirán en tu principal baza de generación de recursos, monedas y puntos.
VALORACIÓN PERSONAL
No tenía mucha confianza en este juego, en parte porque desconfío de los Modos en Solitario añadidos mediante una expansión. Pero tras recibir de diversas fuentes comentarios positivos decidí adquirirlo.
Y realmente el Solitario funciona bastante bien. Se aleja del Multijugador ya que el Rey Exánime va con cartas propias independientes de las del juego base, pero mantiene la presión de decisión en el draft, la tensión de los combates y desde luego la rivalidad en la puntuación.

•Puntuación del Rey Exánime
Sus cartas de Necrópolis le irán dando puntos fijos cada ronda. Por cierto, estas cartas siempre son 5 pero para cada posición de ronda hay cuatro posibles, así que la configuración de 5 cartas, y con ello los puntos fijos que consigue, los puntos variables según sus cartas y los valores de combate variarán entre las partidas.
Hay además 4 cartas opcionales que endurecen la partida, ya que añaden alguna ventaja para el Rey. Yo suelo juegar con 2 porque si no se le gana fácilmente tras las primeras partidas de tanteo. Pero varía de una a otra partida ya que los puntos fijos que dan las Necrópolis tienen un rango bastante amplio, y luego los puntos que consigue por sus cartas cada ronda también van a variar mucho; a veces salen muchas cartas que coinciden con los requisitos y otras veces tienes suerte y salen pocas, y entre eso y que le quitas alguna puntúa poco. Pero vamos, que siempre va a ir sumando.

•Jugabilidad y Rejugabilidad
En este sentido creo que el punto fuerte del juego es su sencillez sin ser simple, que hace que resulte muy agradable de jugar. Las guerras son muy básicas (poner tus unidades al frente, revelar una carta y comparar tu fuerza con los valores de dos cartas enemigas); tan básicas que no muere nadie XD, pero no necesita más, y sobre todo hace te salgas por un momento de la dinámica de valoración de recursos y gastos. Es como un pequeño descanso.
El mantenimiento del Rey consiste en ver cuáles de sus cartas de Personaje tienen el requisito de las Necrópolis. Quizás a alguien eso le pueda resultar pesado pero de verdad que se hace en un momento, pese a que cada ronda tengas que comprobar más requisitos.
La mecánica del Envejecimiento y Muerte le pone tope a la complejidad del juego, ya que las que tengas en mesa no van aumentando sino renovándose, debiendo adaptarte un poco cada ronda a las cartas que salen.
Creo que esta es la principal gracia del juego. Lo hace bastante dinámico y que no tengas la sensación de estar siempre haciendo lo mismo. Porque a ver, tampoco es que el juego de mucha variedad, pero mola esa renovación de tu Reino.
Hay cartas que aceleran el envejecimiento, y otras que impiden la muerte. Realmente se podría decir que hay cartas básicas (producen madera, o comida, o te dan más fuerza que otras…) y cartas ‘complejas’, cuyo efecto depende de otras (puntos según los símbolos de comida que tengas y cosas así). Estas cartas complejas son más potentes, pero tienes que aprovechar su potencial añadiendo otras a tu Reino que comben con ella. Y el carácter efímero de las cartas hace que no puedas planear a largo plazo, sino como mucho para la ronda siguiente. Ésto quizás le pueda restar profundidad pero le da bastante agilidad y lo hace muy agradable de jugar.

En cuanto a la rejugabilidad, como dije varía la Necrópolis del Rey (quizás incluso demasiado), y como necesitas la expansión para Solitario ya tendrás más cartas de Personajes y Construcciones. Verás cartas similares, y bastantes repetidas, en cada partida, y lo que le da variabilidad es que unas veces te vendrán bien unas y otras veces otras.
Conclusión
Juego sencillo y divertido, con la mecánica del Envejecimiento como principal atractivo. Realmente es un juego de draft, de selección de cartas, algo a tener en cuenta de cara a su adquisición. Si lo valorase dentro de los juegos de su complejidad probablemente puntuaria más alto. A mí me está resultando bastante entretenido, y de esos juegos que no cuesta sacar. Pero tampoco le pidas peras al olmo. Si lo encuentras barato me parece un gran acierto (insisto, junto con la expansión). Lástima el tablero de puntuación que trae que, al no ser desplegable, obliga a que la caja sea bastante más grande de lo que debería.
(Nota sobre 5)
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