- Autor: Vladimír Suchý
- N° Jugadores: 1-4
- Adaptabilidad a Solitario: 4/5
- Complejidad: Media-Alta
- Partidas Jugadas: 8
- Duración de Partida: 80-90 min
- Idioma: Español (Arrakis Games)
- Precio Aproximado: 55€ + 45€
VISTAZO GENERAL
El tema es bastante secundario pero nos sitúa en la construcción de una Nación Submarina huyendo de la superpoblación de la superficie. Partimos de una Ciudad ya construida y de unos recursos muy limitados…
…y tendremos que ir ampliando con más Ciudades y Construcciones, y conectando las nuevas Ciudades mediante Túneles para que las Construcciones que allí haya produzcan recursos:
Dependiendo de la Construcción que hagamos nos costará y obtendremos cierto tipo de recurso:
Objetivo
En Solitario no hay bot al que vencer, sino que tienes que llegar a 100 puntos en el juego base y a 125 si juegas con la expansion. (El motivo de esta diferencia es que con la expansión juegas la Variante de Inicio Rápido, con la que comienzas la partida mejor preparado, aunque jugando una ronda menos).
No hay bot, pero sí un Jugador Fantasma que te va a bloquear 3 acciones (a veces 4) cada turno de forma rotativa de las 12 que hay, lo que introduce otra variable a tener en cuenta a la hora de decidir tus acciones.
VALORACIÓN PERSONAL
En principio puede parecer un euro más: tema intrascendente (aunque molen las cúpulas de las ciudades), selección de acciones, gestión de conseguir/gastar recursos…¡lo de siempre!. Pero sí y no. Es cierto que tiene elementos ya vistos en otros juegos, y que incluso al jugarlo tampoco tienes la sensación de nada especialmente novedoso, pero el conjunto está bastante bien ejecutado.
Novedoso
Realmente no sé hasta qué punto lo sea, y seguro que algo similar ya ha salido en más juegos. Me refiero a la forma de realizar las ACCIONES. Cada acción lleva asociada una carta y una casilla del tablero.
La acción que se lleva a cabo es la del tablero, pero si la carta es de su mismo color, también se realiza la acción de la carta:
Ésto resulta ser de vital importancia, convirtiéndose casi en la norma a seguir (de hecho a veces hasta me olvido de que se puede jugar cualquiera carta).
A ésto se le añade que hay colores más potentes que otros, y que el color de cartas potentes coincide con el de acciones del tablero más débiles (y viceversa), aunque igualmente útiles en ciertos momentos.
Y hay diferentes tipos de cartas que varían en cuanto a su forma o momento de ejecución: inmediatas, habilidades permanentes, cartas de acción que se ejecutan a través de una casilla del tablero, cartas de final de Era y de final de Partida:
Pero es que además, al construir Estructuras en nuestras Ciudades, no producirán lo mismo si son sencillas o avanzadas, o si están junto con otra avanzada del mismo tipo. Y en ésto el juego es un poco cabroncete, porque las estructuras producen más por parejas, pero puntúas más al final de la partida si hay de los 3 tipos en una Ciudad. ¡Y justo hay tres huecos por Ciudad!. Peeero, hay un cuarto hueco, sólo disponible a través de ciertas cartas. Muy listo señor Suchy…
Cuento ésto aunque sea por encima para dar una idea de las posibilidades que el juego ofrece en cada elección que tomamos. Continuamente tenemos que decidir cuál es la mejor opción, aunque rara vez estamos seguros de si la que tomamos lo es.
Y es que probablemente no haya una opción idónea. Son tantas las variables en juego que los posibles caminos se diversifican en cada partida. Nunca construiremos una misma ciudad, o al menos será muy diferente la gestión que haces de las opciones.
Equilibrio
Pero para mí lo que hace destacar a este juego es, además de esa multiplicidad de opciones, que hay un perfecto equilibrio entre lo que estás obligado a construir y la libertad de acción.
Por ejemplo, necesitas el kelp de las granjas para alimentar las Ciudades, así que has de construir granjas. Pero como el kelp lo puedes obtener mediante cartas y acciones, no hay un número fijo de granjas a construir según el tamaño de tu nación. Lo mismo ocurre con los otros tres recursos. Ésto te permite poder ‘especializarte’ un poco para obtener puntos mediante las cartas y objetivos especiales de final de partida, sin los cuales veo bastante difícil llegar a puntuaciones altas.
El equilibrio en el juego se aprecia también en las acciones del tablero. Ocurre mucho en los juegos de este estilo que hay acciones que vas a usar mucho y otras que apenas. Aquí se usan todas, según las necesidades del momento. A esta equiparación de acciones del tablero contribuye el que se usen en combinación con una carta, ya que ocurre a menudo que la acción del tablero no te es especialmente útil pero sí la de una carta de ese color, o viceversa.
Dificultad y Rejugabilidad
Como podréis suponer, la rejugabilidad es bastante alta. Hay bastantes cartas de cada Era, de las que aparecen sólo una parte cada partida. Y depende mucho en qué momento de la partida aparecen.
La expansión además añade 4 tableros jugables en Solitario, cada uno con una distribución distinta de bonificaciones, lo que te permite ir cambiando.
Tableros, Losetas de Inicio, Asistentes, Cartas, Bonificaciones…todo contribuye a que las partidas sean distintas.
En cuanto a la dificultad os aseguro que no os va a decepcionar. Todavía no he conseguido ganar ninguna, con o sin la expansión (con ella te piden más puntos ya que empiezas más chetado). La puntuación que piden está muy muy ajustada a lo que puedes lograr, y tendrás que sudar neuronas para conseguirla. Tienes que medir muy bien lo que vas construyendo, sin desatender ningún aspecto, e intentando sacar el mayor beneficio en cada turno.
Entretenimiento
Todo lo anterior no serviría de nada si el juego no fuese divertido. ¡Y lo es!. La primera partida reconozco que no me entusiasmó, pero a partir de ahí ha ido subiendo puntos con las partidas. Da igual (bueno, igual igual…) si no ganas, te has pasado un rato enfrascado en el juego, en si construyo ésto aquí o allí, si uso una carta o la dejo para después, si hago una Ciudad pese al coste que supone… Pero es que además, a pesar de que tengas que darle vueltas a la cabeza y mirar y remirar cartas y tablero, no se te hace pesado para nada. Acabas una partida y te apetece echar otra.
No es un juego en el que has de encontrar la solución óptima, tipo puzzle, sino que tienes libertad para hacer lo que quieras. Luego ya veremos los puntos que consigues, o quizás te impida construir algo en cierto momento, pero siempre podrás hacer otra cosa. No se produce un bloqueo en el juego si has ‘jugado mal’.
Un juego al que daré todavía muchas más partidas, pese a que siga sin llegar a la puntuación objetivo. O quizá lo consiga en la próxima…
Conclusión
Me parece un excelente juego de Gestión de Acciones y de Mano. Une varios elementos importantes en un Solitario como son que sea desafiante y de desarrollo muy variable, con una gestión exigente pero que no limita o bloquea la jugabilidad.
La expansión sé que es cara, y hay componentes que no se usan en Solitario, pero no me arrepiento en absoluto de su adquisición sobre todo por la variabilidad que introduce en la preparación. Alarga la vida útil del juego, y te hace odiar más si cabe el marcador de puntuación.
(Nota sobre 5)
5
Te ha faltado añadir, si no me equivoco, que además de alcanzar 100 o 125 puntos, según el modo de juego, también tienes que acabar la partida con 7 ciudades construidas, lo que lo hace más complicado aún. Me encanta este juego, buena reseña.